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Envases microondables sostenibles, soluciones prácticas y seguras

El cambio de hábitos de consumo ha acelerado la proliferación de envases aptos para horno y microondas, y supone un reto más al que debe hacer frente la industria alimentaria. ¿Cómo podemos conjugar la demanda de envases microondables con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad?. ¿Por qué estos envases son cada vez más solicitados por los consumidores?

Cambios en la forma de vida

Los cambios en nuestra forma de vida han influido en nuestra dieta y en nuestros hábitos de consumo. Asistimos a nuevos modelos familiares con unos hábitos distintos al modelo familiar tradicional: la incorporación de la mujer al trabajo, el incremento de los hogares unipersonales o el envejecimiento de la población nos llevan a un marco diferente. Ante esta situación todas las cadenas de valor que existen dentro de la industria alimentaria se enfrentan a nuevos retos.

La importancia del envase práctico

Debido al ritmo acelerado de vida, las tareas cotidianas como cocinar y comprar no ocupan ya demasiada parte de nuestro tiempo. Los consumidores demandan formas más sencillas y rápidas de consumir los alimentos como los platos precocinados o frutas y verduras preparadas.

El envase cobra una especial importancia ya que tiene que mantener las propiedades de los alimentos y conservarlos hasta su consumo.

Así, la industria debe conjugar la producción de envases prácticos y aptos para el principal modo de calentarlos en miles de hogares: el microondas

El microondas se ha convertido en un elemento indispensable en cualquier hogar. De hecho, diversos estudios realizados estiman que la demanda del packaging microondable seguirá creciendo en los próximos años. 

¿Qué tipos de envases para microondas existen en el mercado?

Diferentes estudios de mercados estudios muestran una aceptación cada vez mayor de los envases flexibles microondables. De hecho, estos cambios se reflejan en el tipo de soluciones que la industria está desarrollando. Así, encontramos:

Bolsas de papel para horno y microondas. Envase práctico y económico roductos prácticos que conservan un buen sabor y textura y que aportan rapidez y comodidad en la preparación. Las bolsas están basadas en una laminación de papel con un film resistente a temperatura, y son la mejor opción para el envasado de productos de alimentación que requieren un último horneado o toque de calor antes de servir al consumidor. De tal forma, podemos introducir un producto empaquetado en un envase cerrado dentro del horno. También disponibles sin papel exterior.

Films aptos para microondas. Aunque la mayoría de la población cree que los envases flexibles no son compatibles con el horno y el microondas, se han desarrollado envases fabricados con un film especial que permite su uso en el horno y en el microondas porque distribuyen el calor uniformemente y además en algunos casos, pueden ser compostables o reciclables. Se trata de un material diseñado para el envasado en flow-pack o máquinas verticales. También disponible con papel exterior.

El envasado con nuestro material resistente a temperatura garantiza que el contacto con el alimento se vea reducido al mínimo desde que éste sale de la fábrica hasta que le llega al consumidor, proporcionando una mayor protección y seguridad. Además, es un envase que evita la contaminación cruzada y es ideal para aquellos alimentos de panadería, bollería o precocinados sin gluten que necesitan ser calentados en el punto de venta antes de servir al consumidor final.

Seguridad e higiene como eje principal

La elección de un buen envase garantiza la seguridad de los alimentos, manteniendo intactas las propiedades de éstos hasta el momento de ser consumidos. Ahora, debido a la situación excepcional que estamos viviendo, la demanda de productos envasados se ha visto disparada y los consumidores exigen que la seguridad que proporciona el envase se vea más reforzada que nunca.

La principal función del envase es proteger el alimento de los factores extrínsecos como la humedad, la luz, la temperatura, el oxígeno y microorganismos, así como de daños mecánicos. Por este motivo, la vida útil está fuertemente influenciada tanto por el sistema de envasado (tipo y material de envasado) como por las condiciones de almacenamiento, distribución y comercialización.

Hemos de señalar que según el tipo de producto, la vida útil se verá influenciada por unos u otros factores, los cuáles se han de tener en cuenta para poder aplicar el sistema de envasado adecuado para que la vida útil del producto no se deteriore con antelación. Veamos algunos ejemplos de estos factores:

La proliferación de microorganismos que alteran las propiedades del alimento provocando un deterioro de la calidad sensorial o visual.

La temperatura es uno de los factores más importantes que afectan a la vida útil de un alimento. La congelación, por ejemplo, puede producir deshidratación y cambios en la textura debido a la formación de cristales en productos tales como frutas y hortalizas o carnes y pescados. Por el contrario, el aumento de temperatura puede provocar la fusión de grasas, desestabilización de emulsiones y el incremento de la velocidad de las reacciones químicas que producen un deterioro más rápido del alimento.

La alteración de humedad ambiental puede afectar significativamente a las características físicas del alimento.

La luz acelera los procesos de oxidación, los cuales afectan a productos con alto contenido en grasas susceptibles de ranciedad o en alimentos con pigmentos susceptibles de oxidación (principalmente pigmentos naturales).

El futuro de los envases

Los estudios realizados por Consumolab de ainia sobre la aceptación de los consumidores de estos envases microondables han obtenido resultados positivos. Los consumidores perciben su importancia pese a la falta de tradición en el uso de estos envases o la necesidad de tener unas instrucciones más claras y especificas.

El desarrollo de nuevos productos, como los “convenience” o de conveniencia, que no requieren esfuerzo en el momento de la compra ni en su preparación, es decir, son productos listos para consumir, mueven el desarrollo del sector. 

En el futuro, los consumidores encontraremos envases que interactúen con el electrodoméstico para saber si ha alcanzado la temperatura óptima y etiquetas que cambien de color según el nivel de conservación. Así mismo, encontraremos también envases activos capaces de aumentar la vida útil de los productos o envases aromáticos que creen un vínculo emocional con el producto a través del recuerdo.